miércoles, 28 de septiembre de 2011

LA AMNESIA, LA SORDERA Y LA AFONÍA ¿SON ENFERMEDADES INCURABLES?

No hace mucho tiempo, algo más de cien días, las concentraciones de protestas frente al ayuntamiento eran bastante ruidosas. Los empleados municipales protestaban por el retraso de sus nóminas. Sindicalistas de CGT, SIP y CSIF copaban las portadas de los diarios locales, eclipsando las protestas, mas moderadas en cuanto a las formas, de otros sindicatos municipales.

El discurso de estos tres sindicatos, se basaba en la lucha contra la política antiobrera del anterior equipo de gobierno,  con Pilar Sánchez a la cabeza y Ainoa Gil en la Delegación de Recursos Humanos. Megáfono en mano, gritaban una y otra vez  que la familia, en particular los niños, también comían los primeros días de cada mes; que las hipotecas hay que pagarlas puntualmente si no los bancos te acribillan con intereses. Lo gritaban con tanto convencimiento y con tanto esfuerzo que entre los concentrados y concentradas  se oía: “a ese chiquillo le va a dar algo”. Lo de chiquillo iba por Julián, dirigente del CSIF que tuvo un protagonismo muy evidente durante los últimos meses de la anterior legislatura. Protagonismo que no fue obtenido en las urnas de las pasadas elecciones sindicales, a las que por cierto CSIF ni se presentó porque no fue capaz de confeccionar la lista de candidatos. Y si no me equivoco, creo que su afiliación en el ayuntamiento es más bien escasa. Sería más correcto, en lugar de decir CSIF, decir Julián, porque mucho me temo que si acaso se representa a si mismo. Y  de eso tampoco estoy tan seguro.

Y de fondo, las protestas,  se amenizaban con el famoso titanic, bocina estruendosa,  muy conocida y apreciada por los bares y comercios de las cercanías del Consistorio.  

Y ya lo dicen los médicos, tanto abuso no es bueno. Tanto ruido ha venido a afectar el oído de los policías locales, especialmente de los dirigentes del SIP y de Julián. Por lo  visto no se han enterado de la política “a favor de la plantilla, y por lo tanto obrerista”, de la actual alcaldesa. Y digo que no se han enterado porque no se les ve en la puerta del Ayuntamiento, a pesar de que la nómina del mes de Agosto se ha abonado el día 19 de Septiembre y que se ha aprobado un Primer Plan de Ajuste que por lo visto a la plantilla deja bastante mal parada.

También andan un poco pachuchos los delegados de CGT. Tanto han gritado y con tanta fuerza “Pilar vete ya”, que han llegado a hacerse daño en la garganta. Se han quedado afónicos. A las puertas del Ayuntamiento si van, pero callados como corderos llevados al matadero, como dicen las escrituras. Pero no van muy contentos/as. Los comentarios de la plantilla sobre el cambio de actitud es tan insistente que se están viendo obligados a hacer acto de presencia, y si puede ser,  pillar micrófono y cámara. Pero de chillar, ¡ ná de ná ! Y para colmo, miran tan tranquilos, cómo la policía nacional y la local, le piden la documentación a los compañeros y compañeras de Onda Jerez y ACASA que, bocina en mano,  reclaman el mantenimiento de sus puestos de trabajo y sus salarios.

Definitivamente creo que no es solo afonía y sordera. La enfermedad más grave que padecen los dirigentes de estos tres sindicatos es la amnesia. Pero mientras que ellos pueden olvidar su discurso, la plantilla no lo olvida.

Se les ve con cara de despistados, pensativos, como diciendo: al final va a ser verdad que los niños también comen los días uno de cada mes y que las hipotecas hay que pagarlas.

¡ Vivir para ver !

Por razones personales, que no vienen al caso, dejé abandonado este blog. Hoy, quizás por compartir mi desasosiego y cierto desencanto, vuelvo a ponerme frente al teclado.

En todo este tiempo muchas cosas han pasado, tanto a nivel local, como nacional y mundial. En el local, y más concretamente en nuestro ayuntamiento, se ha producido un cambio de gobierno con una mayoría aplastante. El PSOE en el gobierno de la ciudad  durante seis años ha entregado generosamente la gestión municipal al PP. Si digo bien, el PP no ha ganado las elecciones, las ha perdido el PSOE. Nunca pensé que después de esperar tanto tiempo el poder gobernar el ayuntamiento, este partido dilapidara de esa forma y en tan poco tiempo, la confianza depositada por una gran mayoría de ciudadanos y ciudadanas.

¿Será que las mayorías absolutas vuelven locos a los partidos y a sus dirigentes? ¿O es que las mayorías tan holgadas hacen aflorar las verdaderas intenciones, los verdaderos proyectos y las verdaderas luchas internas?.

Lo que si es cierto es que el cambio se está produciendo. La, en otros tiempos,  candidata a la alcaldía por el PP, aplaudía toda crítica y acto de protesta contra el anterior equipo de gobierno, llegando incluso a llevarles bocadillos y cervezas (algo que nunca llegaré a entender) a sindicalistas de la CGT que hacían huelga de hambre a las puertas del Ayuntamiento, en protesta  por el retraso en el cobro de los salarios.

Hoy, la ya Alcaldesa de Jerez,  dice que no es buena para Jerez tanta protesta a las puertas del consistorio. Y no tiene ningún tipo de problemas en ordenar a Enrique Espinosa, Delegado de Economía, a que llame al Secretario Local de CC.OO. y le recrimine tanta conflictividad. Llega a decir que no entiende tanta polémica con el Primer Plan de Ajuste Municipal que, entre otras medidas contempla la privatización de Aguas de Jerez y de la gestión de los Montes de Propios, y que se le está dando mucha importancia al “tema” de Onda Jerez. ¡Hombre, que no es para tanto! Por cierto, el tema de Onda Jerez es “simplemente” un Concurso de Acreedores y un Expediente de Regulación de Empleo cuyo objetivo es reducir la plantilla eliminando en torno a 60 puestos de trabajo. Y por tanto la concentración de los trabajadores y trabajadoras que temen por su futuro y el de sus familias está “molestando a la ciudadanía y propiciando una mala imagen de Jerez”.

Antes de las elecciones municipales firmaba documentos comprometiéndose a que en ningún momento la gestión de su gobierno afectaría de forma traumática a la plantilla. Que en todo momento estarían garantizados los puestos de trabajo. Afirmaba solemnemente que el problema de Jerez y de su Ayuntamiento no era la plantilla.
¡ Vivir para ver !