sábado, 28 de enero de 2012

¿PREPOTENTE O IRRESPONSABLE?, O ¿LAS DOS COSAS?

“Nadie escarmienta en cabeza ajena”. Este es un refrán muy conocido por repetido, pero que al parecer nadie hace caso. 
 
El anterior equipo de gobierno tiró por la borda, en una sola legislatura, un respaldo popular cifrado en quince concejales, los mismos que conseguiste tú, Maria José.
 
Antes de las elecciones tú te presentabas, y  muchos/jerezanos/as se lo creyeron, como una persona valiente, inteligente,  dialogante, dispuesta al consenso y siempre con la verdad por delante (Bueno,  en esto último comenzaste a flaquear ya durante la campaña electoral, sobre todo con la famosa foto del cartel electoral).
 
Lo cierto es que en solo siete meses has ido perdiendo calificativos.  Para mí, ya sólo te quedaban los de inteligente y valiente, pero ayer los tiraste a la basura. No se si tu actuación te supondrá ganar meritos ante tu partido, pero lo que es ante la ciudadanía, no.  

No es la primera vez que los/as trabajadores/as municipales y de las concesionarias se manifiestan ante la puerta del consistorio jerezano. 

No es la primera vez que hacen ruido y gritan: ”Queremos cobrar” (Que por cierto no es un capricho). Y tu obligación como máxima autoridad, como persona que ostenta un cargo público, es solucionar los problemas que la ciudadanía te reclama. Promesa que hiciste durante la campaña y que aún no has cumplido. Pero además, como autoridad pública, tienes la obligación de soportar las críticas por tu gestión. Eso está implícito en tu sueldo, que por cierto deberías de hacerlo público y compararlo con lo que perciben las trabajadoras de ACASA y la gran mayoría de los/as empleados/as del ayuntamiento.
 
Pero no. Ayer te empeñaste en hacer lo contrario de lo que debías. ¿A quien se le ocurre colocar a un grupo de antidisturbios entre las/os manifestantes y los policías locales que custodiaban la puerta? Demostraste que tienes el poder y la fuerza. ¡Pues muy bien! Y las personas concentradas demostraron que tienen la razón y la desesperación. ¿Y tú no te das cuenta de que eso es un cóctel explosivo?
 
Sí, María José, ayer perdiste el calificativo de valiente al enviar a un grupo de policías armados con escopetas, pistolas y porras,  contra mujeres desesperadas, que hace cuatro meses que no llevan a sus casas el sustento. ¡Qué bonito! Fuiste una irresponsable. Pudo ocurrir una desgracia.

¿No eres consciente de que lo que se espera de ti es que reconduzcas la situación, que tranquilices los ánimos, que establezcas puentes de dialogo, incluso que te alíes con la ciudadanía y con tus trabajadores/as para reivindicar ante otras instancias el trato que se merece nuestra ciudad….?

No me siento engañado porque yo no te voté. Pero si puedo decir que me has defraudado. Ayer diste la imagen más de derechas y trasnochada que se pueda dar. Ayer vimos imágenes que yo creía que estaban archivadas junto con los reportajes del NODO. Ayer te quitaste definitivamente la careta.

No seas más prepotente,  y trabaja  para recuperar el calificativo de inteligente. Aún estas a tiempo.

jueves, 26 de enero de 2012

El conflicto sube de tono

Las protestas que mantiene la plantilla municipal, reivindicando el cobro de sus salarios, sube de tono. Hasta ahora, los trabajadores y trabajadoras municipales se limitaban a pedir dinero, es decir, el pago de su trabajo realizado. Y eso es algo que todo el mundo comprende. Toda persona que realiza un trabajo quiere cobrar por el mismo. Es lo único, según parecía, a lo que puede aspirar la clase trabajadora (y que alguno/as entienden que se está convirtiendo en una fea costumbre). Pero no, los/as empleados/as quieren algo más. Ahora piden al equipo de gobierno dignidad y gestos de solidaridad.


Pero vamos a ver, ¿ustedes no saben que las arcas municipales están vacías? ¿Como se les ocurre reivindicar algo tan valioso?. Reclamar el salario lo entiende la alcaldesa, y según parece sabe donde buscar el dinero, aunque por lo visto no lo hace muy bien puesto que no obtiene buenos resultados. Acude al gobierno central para que le levante la retención de la PIE (Participación en los Ingresos del Estado);  a la Junta de Andalucía para reclamar la PATRICA (Participación en los Tributos de la Comunidad Autónoma); a la Diputación para que le liberalicen todo lo que puedan de las tomas de razón que en su día acordó con la anterior alcaldesa; a los bancos para pedirles créditos, liquidez. Es decir, el equipo de gobierno, con María José García-Pelayo a la cabeza,  sabe lo que es el salario y sabe lo que tiene que hacer para poder abonarlos.  Pero pedirle  justicia, ética, dignidad y  solidaridad. ¡No tienen ustedes hartura!


Pero si de eso no entienden. No saben lo que es. ¿Cómo y a donde van a ir a buscarlo?


Para que alguien pueda tener gestos de solidaridad debe, previamente, tener un mínimo de empatía. Sí, ese sentimiento que consiste en ponerse en el lugar del otro/a. Maria José sabía cual era el lugar, por ejemplo, donde las empleadas de ACASA reclamaban su nómina. Sabía que ese lugar estaba en la calle. En la calle Consistorio. En la acera de enfrente, bajo los naranjos. Pero ese lugar lo conocía cuando era otra la que gobernaba. Ahora, habrá perdido la brújula, no sabe dónde ni que están padeciendo esas compañeras. No sabe cómo una familia con unos ingresos máximos de 800 €  mensuales puede sobrevivir. No digamos si encima llevan sin cobrar tres o cuatro meses.


Por favor, sean ustedes personas normales y corrientes, reclamen su salario, y punto. Y aunque se encomienden a Santa Rita, que además de la suya es la patrona de los imposibles,  no pidan cosas extrañas y difíciles de conseguir. Sean realistas y pidan la Luna. Eso está más al alcance.

domingo, 15 de enero de 2012

Cadena Perpetua

Hace dos días volví a ver la película “Cadena perpetua”. No se si ya son quince o veinte veces las que la he visto. No me canso de verla y ya comienzo a estar impaciente de que la vuelvan a reponer en TV.

Es un canto a la amistad y a la esperanza; a la constancia y perseverancia en el trabajo. Cada minuto y cada diálogo es simplemente una maravilla. Se la puede analizar desde cualquier punto de vista, pero en esta ocasión le he encontrado un paralelismo entre el infierno que padece Dufresne (Tim Robbins), condenado injustamente, y el padecimiento de la clase trabajadora durante la actual crisis que estamos padeciendo, también injustamente. 


En los dos casos, la ambición de poder y económica pasa por encima de los derechos de las personas, por encima de la justicia. Sin embargo,  en los dos casos, la amistad y la solidaridad es lo que les mantiene con fuerza para poder superar el éxodo por el desierto que suponen tanto la prisión como las situaciones de desempleo, desahucios y explotación que estamos viviendo. Zihuatanejo, ciudad mexicana, era el futuro deseado por Andy Dufresne. Era su esperanza, la tierra prometida, algo que sus amigos en prisión no tenían. Estaban entregados y no querían ilusiones. Creían que la esperanza no era buena, que les produciría dolor más que otra cosa. No soñaban con un mundo distinto, aceptaban el suyo como algo inevitable.

He de confesar que cuando se consume esa venganza, trabajada durante tantos años (con la caída del sistema corrupto y la desaparición o encarcelamiento de sus dirigentes), me produce una sensación de placer incontrolable. 

Pero siguiendo con el paralelismo entre película y crisis, o mejor dicho, y movimiento obrero,  es especialmente emocionante la escena en la que el protagonista, gracias a su pericia y valor,  consigue un par de cervezas para sus compañeros que están trabajando en el arreglo del tejado. Pero él, a pesar del calor insoportable,  no disfruta de esas cervezas. Y sin embargo, mientras sus amigos están casi en estado de éxtasis, él simplemente sonríe. Nadie comprendía la situación. Solamente Red (Morgan Freeman), su amigo más cercano,  le entiende: su objetivo no eran las cervezas. Su esfuerzo había cambiando la realidad, y eso le hacía sentirse alguien. Esa nueva realidad suponía una alegría para los suyos, para los que le importaba. Era la satisfacción de ver los resultados de la lucha y el esfuerzo.

A partir de ese momento cambia su estrategia. No basta tener claros los objetivos, hay que manejar inteligentemente los tiempos, controlar las emociones y proceder a estudiar para conocer al enemigo (Sistema capitalista y sus dirigentes). Comienza a hacer realidad la concepción que tenía Aristóteles sobre el valor: “Quién ataca siempre es un temerario. Quien no ataca nunca es un cobarde. El valiente es aquel que ataca cuando está convencido de que su actuación va a suponer un avance en la conquista de los objetivos”. Es una actitud que deberían tener muchos/as dirigentes políticos y sindicales. Demostrar inteligencia para no darle armas ni argumentos al enemigo; actitud de lucha pero con una buena dosis de prudencia para no llevar a los demás, aparentando radicalidad, a situaciones sin salidas. Y convencimiento de que el tiempo apremia. No podemos esperar a que nos ocurra como al recluso más antiguo de la prisión, que pierde su identidad y no sabe ni encuentra su ubicación.

Y lo más importante, la actitud y actuación durante la lucha debe suponer un ejemplo para los y las  demás. Es la coherencia, y no la teoría, lo que convence de que (en palabras de la película): “La esperanza es una cosa buena, quizas la mejor. Y las cosas buenas nunca mueren”.