jueves, 10 de mayo de 2012

CALMA CHICHA EN EL AYUNTAMIENTO


Un ambiente extraño. Una calma chicha preocupante se está viviendo en el Ayuntamiento. Parece que todos los problemas se hayan solucionado. Ya no hay manifestaciones de empleados/as a las puertas del consistorio. Tampoco encierros en iglesias ni acampadas en la jefatura de la policía local o en el cementerio. Eso eran otros tiempos. 

Y sin embargo, la realidad es tozuda y aunque hagamos como el avestruz, seguirá estando ahí: Hoy todavía se le debe a la plantilla municipal el salario de los meses de marzo y abril, el convenio expiró el 31 de diciembre de 2011, hay que negociar una nueva RPT. Y todo ello con el trasfondo de un ERE extintivo que afectaría a 300 empleados/as del Ayuntamiento matriz y a 90 de las empresas municipales.

¿A nadie le preocupa ya el no estar al día en el pago de las nóminas? ¿En que situación está la tramitación del ERE?, y los sindicatos ¿están haciendo algo?, no se les escucha (exceptuando algún rifirrafe entre ellos).

Según me cuentan, tanto la plantilla como los sindicatos andan preocupados por la RPT. Parece que  existe un ambiente de descontento, tanto de cómo se está desarrollando la negociación, como de la propuesta del ayuntamiento tendente a reducir drásticamente el número de puestos de trabajo, simplificando con ello la estructura municipal, y homogeneizando puestos y valoraciones cuando en realidad existen funciones claramente diferenciadas. Todo el mundo acude al borrador presentado por el ayuntamiento a ver donde se encuentra su puesto y cual es la valoración que le han dado, en una actitud claramente de preocupación por lo particular (¿y de lo mío qué?).
El problema estriba en que una RPT planteada para ahorrar doce millones de euros, no puede contentar a todo el mundo, o mejor dicho va a contentar a poca gente.

Por ello me parece que la calma que se respira en el ayuntamiento puede ser el preludio de una gran tormenta. Si definitivamente se prescinde de 390 personas de la plantilla, si la RPT no llega a ser un reflejo fiel de la estructura municipal y si a la vez rebaja la valoración de los puestos, es decir la retribución. Y si el convenio se va a negociar a la baja, prescindiendo de derechos negociados y acordados, mucho me temo que el verano va a estar calentito, y no solo por la temperatura climatológica.

Lo que nos queda por saber es si la tormenta será la consecuencia del enfrentamiento entre la plantilla y el equipo de gobierno, o si por el contrario será fruto del enfrentamiento de los sindicatos entre sí, o de los trabajadores/as en un ambiente de sálvese quien pueda.

Esperemos que el sentido de responsabilidad y los sentimientos de unidad y solidaridad se impongan.