martes, 23 de octubre de 2012

¡POR DIOS, UN POCO DE CORRECCIÓN FRATERNA!



He leído el artículo de Gonzalo Fajul sobre ¿De que lado están los obispos españoles?

Me parece demoledor el párrafo: “la incapacidad de los obispos para articular un mensaje social claro y contundente les sitúa del lado de los culpables y frente a las víctimas”. Creo que se queda corto. Entiendo que no es incapacidad por articular un mensaje, no, es que la ideología de los máximos dirigentes de la iglesia coincide con la de los culpables de la situación que está soportando una parte importante de la población. Aquella que depende de su trabajo para poder subsistir, y de la que unos cinco millones carecen. ¿No saben los obispos españoles que el 21% de la población de entre 16 y 64 años está por debajo de la pobreza?

Efectivamente, la Iglesia está cometiendo un gran pecado por omisión. ¿Qué significaban esas grandes manifestaciones promovidas por la Iglesia en defensa de la familia? ¿A que familias se estaban refiriendo? ¿Sabe la Iglesia cuantas familias hay en España con todos sus miembros en situación de desempleo? ¿Conoce la Iglesia cuantos desahucios se producen diariamente en España?....

Si lo sabe. Pero calla. No quiere incomodar a “su gente”. Está ocupada en fortalecer la espiritualidad de los/as cristianos/as, porque, como dice Monseñor Rouco “sin fe no hay caridad…”.  Y pienso yo que sin vergüenza, tampoco.

Recuerdo y pienso en aquellos/as cristianos/as que están en la lucha diaria a favor de los oprimidos. Que todos lo días salen a la calle a reivindicar los derechos de las clases mas desfavorecidas. Esos/as que no se avergüenzan de decir que son cristianos porque creen en un Jesús encarnado en los mas pobres. Pienso en ellos/as y me duele. Me duele por dos cosas:

1º Porque con esa actitud están demostrando que son coherente con el seguimiento a Jesús. Pero también están lavándole la cara a una iglesia institucional que está muy alejada del proyecto que pusieron en marcha muchos cristianos y cristianas, entregando en muchos casos sus vidas por ello.

2º Porque no entiendo como esos/as cristianos/as pueden hacer compatible una actitud crítica y luchadora frente a la clase que ostenta el poder político y económico de nuestra sociedad; con una actitud pasiva, acrítica, yo diría que borreguil, ante la clase dirigente de la Iglesia.



¿Cómo es posible que en Jerez haya en torno a treinta y cinco mil parados/as, y el Sr. Obispo esté tan callado? ¿Cómo es posible que la mayor parte de la prensa local se dedique a informar de tantos y tantos conflictos laborales, y a destacado miembro de la iglesia local solo se le ocurra “protestar enérgicamente” porque un grupo de trabajadoras de la limpieza, ayuda a domicilio y despedidos/as en el ERE municipal no le han permitido celebrar con “dignidad” un rito religioso el día del patrón de Jerez?. Sr. Repeto,  ¿no sabe usted que esas personas están reclamando un derecho fundamental como es su empleo y su salario, y lo mínimo que usted debería ofrecerle es su solidaridad?.

¿Para cuando una manifestación promovida por los/as cristianos/as de a pie, con concentración final en la puerta del palacio obispal, exigiéndole al Sr. Mazuelos  que se comprometa en defensa de los oprimidos?, es decir, que sea mínimamente coherente con las enseñanzas de Jesús de Nazaret.

Por imperativo de su fe, los cristianos y cristianas de a pie, no pueden continuar sin rechistar. Deben hacer sus denuncias, también de puertas a dentro. A eso, creo, se le llama corrección fraterna.