El pasado 23 de mayo,
la alcaldesa confirma que la empresa Deloitte será la encargada de tramitar el
ERE municipal. Nadie ha explicado por qué la anterior adjudicataria, Garrigues,
renuncia al contrato. Es un rumor, con visos serios de ser más que eso, que
dicho abandono se debe a las condiciones puestas por el ayuntamiento.
Condiciones que Garrigues no ha aceptado, porque ello supondría poner en tela
de juicio su prestigio por un contrato de tan poco dinero.
Se argumenta desde el
equipo de gobierno que “la contratación de una empresa externa garantizaría,
por un lado, el cumplimiento riguroso de
la ley, y por otro, contar con un plus de objetividad”, y ahí parece que radica
el problema. En los mentideros municipales se habla de que el ayuntamiento, con
el consenso de algunos sindicatos, ha querido imponer algunos nombres, es
decir, quienes son intocables y quienes, sin lugar a dudas, tienen que salir.
Se comenta que uno de
los criterios “objetivos” va a ser la productividad. Aquellas personas que su
profesionalidad y su productividad estén más que en tela de juicio, serán
candidatas seguras a formar parte del ERE. Retirar las manzanas podridas que
manchan el buen nombre de la función pública podría contar con el beneplácito
de la opinión pública y complicaría la labor de los sindicatos.
Pero existe un
problema, ¿Qué ocurre con aquellos/as empleados/as que desde la llegada del Partido Popular al
gobierno fueron apartados y condenados al ostracismo?. Desde dicho criterio
objetivo es más que evidente que no son productivas, aunque lo fueron en su
momento cuando era otro el color del equipo de gobierno. No son productivas,
pero no por voluntad propia, sino como consecuencia de una acusación de
colaboracionistas de una etapa anterior.
¿Podríamos estar ante
una purga política encubierta?
Sólo el tiempo, los
escrúpulos de Deloitte (empresa con una mas que evidente relación con Bankia, y en el punto de mira
del movimiento 15M que la incluye entre los objetivos de la querella que
quieren interponer contra los responsables de la situación financiera de dicha
entidad) y, por ultimo, la autoridad laboral con el estricto cumplimiento de la
ley durante todo el proceso de tramitación del ERE, nos lo podrán aclarar.
Pero no podemos olvidar
que en toda esta “película”, el papel protagonista lo tiene la plantilla
municipal y la actitud que finalmente tengan los sindicatos con la tan traída y
llevada unidad.
Productividad y Profesionalidad no han ido de la mano en este Ayuntamiento y muchos de los condenados al ostracismo hacían lo mismo que hacen ahora, solo que en un despacho diferente, ese ha sido (y no sé si será) uno de los muchos problemas de los organismos públicos.
ResponderEliminarHay un puesto de trabajo que antes de la entrada del psoe lo ocupaba una persona (dejemos nombres a un lado) y cobraba alrededor de 1200€, con la mayoría absoluta, esa persona ocupó un puesto de confianza, por el que se le asignó una productividad de alrededor de 3.000 euros, con la entrada del PP, por lógica política, esa persona volvió a su lugar de trabajo original, perdiendo su productividad, montando en cólera y solicitando su reconocimiento en nómina de por vida, AL IGUAL QUE SE HIZO CON TODAS LAS SITUACIONES ANTERIORES SIMILARES, ¿profesionales condenados al ostracismo? ¿desmanes de las administraciones? ¿irresponsabilidad política? En esta ocasión, esta persona no ha conseguido su objetivo pero antes que ella ¿cuantos y cuantas si tienen productividades desorbitadas por favores políticos puntuales?
ResponderEliminarComo muestra un botón.. ahí va uno de los que le da al bombo.. no sé si estará en la lista o no, pero debería ser el primero en salir
ResponderEliminarhttp://www.lavozdigital.es/cadiz/v/20101113/jerez/jefa-serjil-insinua-relevada-20101113.html
http://www.elmundo.es/elmundo/2011/07/25/andalucia/1311582036.html