viernes, 5 de abril de 2013

“Premio y castigo, balance de una chapuza”



El último intento por parte del equipo de gobierno municipal por evitar el ridículo mas absoluto, no ha dado resultado. Con su recurso aclaratorio quería evitar el aumento de la indemnización a los despedidos de más de 59 años. El TSJA le ha respondido que donde la sentencia dice “a todos”, se refiere “a todos”. Poco le ha faltado al tribunal para añadir la coletilla de “o es que no sabes leer”.

Es el epílogo de una tramitación, cuando menos desastrosa. ¿Cómo es posible que este equipo de gobierno, asesorado por una empresa que se supone experta en estas materias, haya obtenido una sentencia que en sus noventa y tres páginas no ha dejado títere con cabeza? ¿Cómo se han hecho las cosas para que el Tribunal Superior estime que está demostrado que la actuación del ayuntamiento ha carecido de buena fe, y que la selección del personal se ha realizado con absoluta arbitrariedad? Siendo éste (arbitrariedad) un comportamiento que, en el caso de una administración pública, tiene una extrema gravedad.

Si ha existido un mal asesoramiento por parte de Deloitte, ¿por qué no se le reclama daños y perjuicios?, pero si ha existido buen asesoramiento y alguien en el ayuntamiento ha actuado al margen del mismo, ha podido incurrir en un delito de prevaricación.

¿Cómo se puede negar la falta de buena fe, cuando en sus declaraciones en la vista oral, dos miembros del equipo de gobierno, uno de ellos el primer teniente de alcaldesa, reconocieron desconocer las propuestas alternativas que presentaron los sindicatos en el periodo de consultas?.  ¿Quién estudió dichas propuestas para poder desestimarlas como inviables? O mejor deberíamos preguntarnos si realmente hubo alguien que al menos las leyera.

Pero dejando al margen las cuestiones de procedimiento, pasemos al contenido o resultado de este expediente de despido colectivo.

El despido colectivo se enmarca en un plan de ajuste económico. Es decir, el objetivo que se perseguía con el mismo era el ahorro y saneamiento de las arcas municipales. Pues bien, ¿como es posible que en los presupuestos de dos mil trece sólo se haya consignado un ahorro de quince millones si la estimación de ahorro prevista era de treinta y tres millones de euros?. ¿Cómo es posible que se desestimen las propuestas sindicales si las mismas contemplaban un ahorro de veintitrés millones, es decir de ocho millones más que las que el propio ayuntamiento ha consignado?  Además con la posibilidad de hacerlo mediante una negociación y acuerdo posterior,  y por tanto sin medidas traumáticas.

Y el equipo de gobierno ha optado, en su huida hacia adelante, por recurrir la sentencia al Tribunal Supremo. Entiendo que dicho recurso no obedece a la esperanza de obtener una sentencia más favorable, dada la argumentación del fallo dictado por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía. Más bien obedece, creo, a que mientras que la sentencia no sea firme, no tiene la obligación de consignar en los presupuestos municipales el coste de las indemnizaciones (es obvio que dinero no tienen para hacer frente a las mismas). Si a esto le sumamos la mas que previsible derrota en las próximas elecciones municipales, mucho me temo que hasta que se pronuncie el Tribunal Supremo, veremos a los miembros del equipo de gobierno rezando y haciéndole novenas a Santa Rita y a San Judas Tadeo, para que el dictamen se alargue en el tiempo y que el “marrón se lo coma” el próximo gobierno municipal.  

Pero la cuestión más grave y llamativa, que me lleva a calificar de esperpéntico este expediente es que de las dos opciones posibles que contempla la sentencia, el ayuntamiento haya elegido la indemnización.

Si la sentencia dice que la indemnización es de cuarenta y cinco días por año con un máximo de cuarenta y dos mensualidades (tres años y medio de salario), esto significa que todos los trabajadores/as incluido en el ERE que tengan una antigüedad igual o superior a 28 años, recibirían el máximo. Es de suponer que para tener dicho tiempo de servicio se ha de tener una cierta edad. Pues bien, dentro del personal seleccionado por el criterio de edad nos encontramos con que quienes teniendo dicha antigüedad y superando los 61,5 años de edad van a recibir de indemnización lo mismo que percibirían de salario durante el resto de su vida laboral, a lo que habría que añadir el  derecho al cobro de la prestación por desempleo durante dos años. Asimismo, y con vista a la pensión de jubilación, mantendrían la base de cotización última, cuando la tendencia para el personal en activo es la de reducir tanto salarios como base de cotización. Lógicamente el premio es aún mayor en la medida que se haya superado esa edad. Por ejemplo, alguien con 63 años además de tener garantizado la percepción de la prestación por desempleo hasta la edad de jubilación, va a percibir el equivalente a tres años y medio de salario. Pero el caso más surrealista es el del trabajador que tiene 67 años de edad (es decir superada en dos años la edad de jubilación) y que también va a recibir el equivalente a 42 mensualidades de su salario.

Esto nos lleva a pensar que, efectivamente, no ha primado el principio económico. Es decir si el objetivo era la reducción de costes, habría sido mas barato despedir a los/as últimos/as que se han incorporado al Ayuntamiento, cuyas indemnizaciones son las más pequeñas. ¿Por qué no lo han hecho así?, ¿Será porque entonces se hubieran visto afectados/as algunos/as o muchos/as de los suyos, o de sus cómplices?

A todo esto hay que sumarle el coste social que supone el  que dichos trabajadores/as dejarán de prestar el servicio a la ciudadanía en contraprestación a su salario. Como diría un afamado presentador televisivo: no se puede hacer peor, porque peor es imposible.

Y sin embargo también nos encontramos, en el lado opuesto, a personas injustamente despedidas que además de quedar en una situación económica más que delicada, las perspectivas de encontrar un nuevo empleo se antoja algo complicadas, teniendo, por tanto, frente a si un futuro muy incierto. A estas personas, el único consuelo que les queda es que al menos el TSJA ha calificado su inclusión en el despido colectivo como absolutamente arbitraria, desmintiendo y ridiculizando las palabras que el primer teniente de alcaldesa pronunció en el juicio y que por indecentes e impresentables no pienso repetir.

Para terminar, se me ocurre que bien pudiéramos titular este negro episodio de la historia de Jerez y de su ayuntamiento como “Premio y castigo, balance de una chapuza”.

sábado, 9 de febrero de 2013

REMATANDO LA FAENA



La Sra. Alcaldesa ya lo ha dicho en repetidas ocasiones: “Si tumban el ERE, tramitaremos otro”. Estas palabras han producido ciertas caras de preocupación, no solo entre los/as trabajadores/as que pudieran verse incluidos en él, sino de ciertos/as personajes  que según la sabiduría popular han participado en la designación de los “agraciados” en el expediente,  que probablemente será declarado nulo.

Pero si las palabras de la alcaldesa no producen toda la preocupación que se espera, para eso está la máxima representante de los trabajadores municipales, que opinando sobre el retraso en el cobro de la nómina del mes de enero, y sin venir a cuento, termina su intervención ante los medios de comunicación diciendo:  ”si ahora no pagan, que va a pasar cuando vuelvan los compañeros despedidos en el ERE”. Haciendo un símil taurino, me recuerda cuando el matador de toros, el maestro, después de asestar la estocada, se retira para que sean sus subalternos los que terminen la faena. 


Pero mientras estos compañeros despedidos no se reincorporan, la culpa en el retraso del cobro de la nomina no la tiene la Alcaldesa, ni el Delegado de Recursos Humanos,  ni siquiera el equipo de gobierno. No, la culpa la tienen la Junta de Andalucía y el Interventor. Esa confabulación judeomasónica formada por los “sociatas” y el “traidor”, está perjudicando al conjunto de la plantilla y defendiendo a no sé qué castas de privilegiados. Cosas de la vida, la historia vuelve a repetirse: los sociatas, que no gobiernan esta ciudad desde hace dos años,  nos recuerdan al Cid Campeador , que continuaba “matando moros” después de muerto.

martes, 23 de octubre de 2012

¡POR DIOS, UN POCO DE CORRECCIÓN FRATERNA!



He leído el artículo de Gonzalo Fajul sobre ¿De que lado están los obispos españoles?

Me parece demoledor el párrafo: “la incapacidad de los obispos para articular un mensaje social claro y contundente les sitúa del lado de los culpables y frente a las víctimas”. Creo que se queda corto. Entiendo que no es incapacidad por articular un mensaje, no, es que la ideología de los máximos dirigentes de la iglesia coincide con la de los culpables de la situación que está soportando una parte importante de la población. Aquella que depende de su trabajo para poder subsistir, y de la que unos cinco millones carecen. ¿No saben los obispos españoles que el 21% de la población de entre 16 y 64 años está por debajo de la pobreza?

Efectivamente, la Iglesia está cometiendo un gran pecado por omisión. ¿Qué significaban esas grandes manifestaciones promovidas por la Iglesia en defensa de la familia? ¿A que familias se estaban refiriendo? ¿Sabe la Iglesia cuantas familias hay en España con todos sus miembros en situación de desempleo? ¿Conoce la Iglesia cuantos desahucios se producen diariamente en España?....

Si lo sabe. Pero calla. No quiere incomodar a “su gente”. Está ocupada en fortalecer la espiritualidad de los/as cristianos/as, porque, como dice Monseñor Rouco “sin fe no hay caridad…”.  Y pienso yo que sin vergüenza, tampoco.

Recuerdo y pienso en aquellos/as cristianos/as que están en la lucha diaria a favor de los oprimidos. Que todos lo días salen a la calle a reivindicar los derechos de las clases mas desfavorecidas. Esos/as que no se avergüenzan de decir que son cristianos porque creen en un Jesús encarnado en los mas pobres. Pienso en ellos/as y me duele. Me duele por dos cosas:

1º Porque con esa actitud están demostrando que son coherente con el seguimiento a Jesús. Pero también están lavándole la cara a una iglesia institucional que está muy alejada del proyecto que pusieron en marcha muchos cristianos y cristianas, entregando en muchos casos sus vidas por ello.

2º Porque no entiendo como esos/as cristianos/as pueden hacer compatible una actitud crítica y luchadora frente a la clase que ostenta el poder político y económico de nuestra sociedad; con una actitud pasiva, acrítica, yo diría que borreguil, ante la clase dirigente de la Iglesia.



¿Cómo es posible que en Jerez haya en torno a treinta y cinco mil parados/as, y el Sr. Obispo esté tan callado? ¿Cómo es posible que la mayor parte de la prensa local se dedique a informar de tantos y tantos conflictos laborales, y a destacado miembro de la iglesia local solo se le ocurra “protestar enérgicamente” porque un grupo de trabajadoras de la limpieza, ayuda a domicilio y despedidos/as en el ERE municipal no le han permitido celebrar con “dignidad” un rito religioso el día del patrón de Jerez?. Sr. Repeto,  ¿no sabe usted que esas personas están reclamando un derecho fundamental como es su empleo y su salario, y lo mínimo que usted debería ofrecerle es su solidaridad?.

¿Para cuando una manifestación promovida por los/as cristianos/as de a pie, con concentración final en la puerta del palacio obispal, exigiéndole al Sr. Mazuelos  que se comprometa en defensa de los oprimidos?, es decir, que sea mínimamente coherente con las enseñanzas de Jesús de Nazaret.

Por imperativo de su fe, los cristianos y cristianas de a pie, no pueden continuar sin rechistar. Deben hacer sus denuncias, también de puertas a dentro. A eso, creo, se le llama corrección fraterna.

lunes, 20 de agosto de 2012

LA INCULTURA POLITICA ¿ES UN DRAMA HUMANO?


La historia nos muestra cómo en ciertas ocasiones, la incultura política nos ha llevado a grandes catástrofes humanas. Sin ir mas lejos en el tiempo, podemos recordar como Hitler llegó al poder a través de elecciones democráticas.

Pero también se producen tragedias a un nivel más personal, más de andar por casa, y producido por desconocimiento político o por confianza en falsas promesas.

El pasado día 9 de Agosto, y cumpliendo con mi labor informativa, me acerqué a algunas dependencias municipales,  donde se estaba desarrollando un encierro de la plantilla municipal, previo a la gran manifestación.

Presencié algunas conversaciones informales entre algunos/as trabajadores/as. En una, dos compañeras se abrazaban llorando ante la situación que se les venía encima. Entonces una de ellas dice:

- “¿Te acuerdas, hace un año? La imagen se repite. Entonces también nos abrazamos y casi lloramos de alegría, festejando el triunfo de María J. García-Pelayo. Creímos que con ella llegaba la solución. Y sin embargo hoy estamos llorando porque esa hija…. nos quiere joder la vida. ¡Qué tontas fuimos!

En el departamento, todos/as celebramos el triunfo del PP, pero lo de D. Luis…. Cuando entonces le recordamos que él siempre fue “de Pacheco”, respondía: “yo soy pachequista de corazón, pero mi mente es del PP. Y esta gente van a arreglar el Ayuntamiento”.  Está claro que ya estaba haciendo méritos para ver si volvía a un cargo de cierta relevancia. Relevancia que no había tenido durante el mandato de Pilar Sánchez. Ahora sigue olvidado, y a duras penas se mantiene a base de ansiolíticos, y lo que es más grave a su mujer la han incluido en el ERE. ¡Está hecho polvo!”.

En ese momento, un compañero, también encerrado, y también incluido en la lista del despido colectivo, pasa junto a ellas y con una mirada acusatoria les dice: “os recuerdo que yo os lo advertí: ¡qué la derecha es muy mala!, ¡que nunca ha hecho nada por los trabajadores!”



En otra de las dependencias donde se desarrollaba el encierro oí: “yo estaba en una playa, en Portugal, cuando me llamaron para decírmelo. ¡No daba crédito! Yo siempre estuve convencida de que esto del ERE no iba conmigo. Veía a mis compañeras con una gran ansiedad por saber a quien le afectaría, y yo me sentía bastante tranquila. Ahora no duermo, y no se que va a ocurrir con mi familia, tengo dos hijos pequeños y mi marido está en paro”.

En la tercera de las dependencias a la que me acerqué, en una conversación con un tono de confesión y autocrítica, dos trabajadores decían: “y si al final el ERE se hace realidad, nos van a indemnizar con veinte días por año de servicio, con una máximo de un año. Y lo mas grave es que parte de la culpa la tengo yo. Cuando los sindicatos convocaron huelga general en protesta por la reforma laboral, yo no hice caso y trabajé, por no perder un día de salario. Y luego protesté porque los piquetes informativos de los sindicatos,  no nos dejaban ejercer nuestro derecho al trabajo. Y sin embargo hoy le rezo a Dios para que le de luz y fuerza a las centrales sindicales para que consigan mantener mi puesto de trabajo.

No se lo que va a ocurrir, pero lo que si tengo claro es que he sido bastante tonto, y de que el equipo de gobierno, no es que esté formado por malos políticos, sino por malas personas a las que no les importa el sufrimiento de sus propios trabajadores”.

De estas conversaciones y de otras que no voy a contar, se pueden sacar dos conclusiones:

Una.- tenemos una gran incultura política. Cuando pensamos que ésta no va con nosotros, o nos dejamos llevar por los medios de comunicación y por el ambiente, sin una actitud crítica, estamos haciendo dejación de nuestra obligación como ciudadanos, y permitiendo que otros hagan la política más favorable para sus intereses, no para los nuestros.

Dos.- nadie escarmienta en cabeza ajena, y cuando aprendemos ya puede ser demasiado tarde.

No obstante, y para terminar, espero que la justicia ejerza de eso, de justa, y el ERE sea anulado.

domingo, 29 de julio de 2012

CREE EL LADRÓN QUE……


He leído en la prensa del día, que Maria José G. Pelayo acusa a los partidos de la oposición de “jalear a la plantilla municipal”, amenazada por un despido colectivo. Y como solemos decir en tono castizo: me he quedado de piedra.

Lo siento Maria José, pero no he podido evitar acordarme del conocido refrán: “Cree el ladrón que todos son de su condición”.

¿Ya no te acuerdas de tus alianzas con ciertos sindicatos para desgastar al anterior equipo de gobierno? Si,  con los mismos que hoy mantienen una posición más que dudosa.

Maria José te estas equivocando. ¿Tu crees sinceramente que esas trescientas personas, que las vas a dejar sin empleo, que les vas a provocar no un problema, sino en muchos casos un auténtico drama familiar, les hace falta que nadie las jalee?

No busques el enemigo fuera. Quien ha jaleado a esos/as empleados/as has sido tú. Quien ha animado las protestas y quien ha provocado que la gente se eche a la calle a defender sus derechos no han sido los sindicatos, ni los partidos de la oposición, no,  has sido tú.



Tú con tus falsas promesas: Firmaste documentos comprometiéndote a no adoptar medidas traumáticas y a mantener el empleo en el ayuntamiento. Dijiste que la plantilla no era el problema. Anunciaste a bombo y platillo que tú y tu partido erais la solución para el Ayuntamiento.

Y lo más grave es que muchos/as de ellos/as se lo creyeron y te votaron, y hoy sienten una rabia incontrolada. Porque además de la amenaza de la pérdida del empleo, se sienten engañados/as. Porque además has utilizado un argumento que los humilla. Y todo eso les ha hecho recordar un principio de la clase trabajadora, que me parece que tú desconoces: "Pobres,  pero con dignidad".

No, no hace falta que nadie los jaleen, están tan indignados que no me extrañaría que pasaran por encima de los sindicatos (en particular de tus aliados), y  por encima de los partidos políticos, tanto de la oposición, como del gobierno.

Si María José, la cosa está muy mala,  y con el pan y el futuro de los/as niños/as no se juega.

martes, 19 de junio de 2012

Julio Anguita, ¿el lider?


Fue y es un político al que respeto. Su lucidez  y claridad de planteamientos siempre me convenció. Su capacidad de análisis está fuera de toda duda.

Dicho esto, creo que en su etapa final al frente de IU le faltó coraje para propiciar un fortalecimiento de la coalición, en detrimento de protagonismos controladores  de partidos dentro de la misma.

Hoy es necesario, quizás más que nunca, sumar todas las fuerzas de personas, grupos, partidos, sindicatos y movimientos que se sitúan en la izquierda social. Hacen falta todos, los que están, los que estuvieron y los que aún no saben dónde situarse. Pero no nos equivoquemos, hace falta estar con un talante democrático y con unas actitudes de generosidad y humildad.

Cuando alguien nos plantea que quiere volver para ser el referente, a mi en particular me produce un poco de preocupación, porque esa propuesta transpira, creo yo, un planteamiento de creerse salvador, y la izquierda no precisa de ningún salvador. Precisamente, de lo que está la izquierda harta es de salvadores, en muchos casos, falsos salvadores.  No nos hacen falta ni gurús, ni clarividentes. Hoy lo que necesitamos es confrontar ideas y planeamientos a fin de, entre todos, configurar si es posible, un proyecto que nos aglutine. Tenemos que encontrar nuestro sitio en la sociedad y ser el referente (como movimiento) para la clase trabajadora.


Efectivamente te necesitamos a ti (Julio Anguita) y también a  otros/as más, pero tengo que ser sincero, no me ha gustado tu propuesta de querer ser el referente, y menos aún expresiones como “y el que quiera que me siga”.  Esas son palabras de dioses y de pastores, y tú no necesitas hacer ese tipo de propuestas. En lo que a mí respecta, siempre contarás con mi respeto y admiración, y seguiré atento a todo lo que nos digas.

Si quieres volver a trabajar en primera línea, tu obligación, o si lo prefieres,  tu misión debe ser la de hablar, explicar, proponer y propiciar el debate. La ciudadanía será quien decida, a partir de tus planteamientos y proyectos, si tú eres el referente que necesita.

El poder se conquista, pero la autoridad hay que ganarla. Y es el pueblo quien la otorga.  Ser el líder no está en tus manos.

jueves, 14 de junio de 2012

Reestructuración municipal o vuelta a los tiempos de Stalin


El pasado 23 de mayo, la alcaldesa confirma que la empresa Deloitte será la encargada de tramitar el ERE municipal. Nadie ha explicado por qué la anterior adjudicataria, Garrigues, renuncia al contrato. Es un rumor, con visos serios de ser más que eso, que dicho abandono se debe a las condiciones puestas por el ayuntamiento. Condiciones que Garrigues no ha aceptado, porque ello supondría poner en tela de juicio su prestigio por un contrato de tan poco dinero. 

Se argumenta desde el equipo de gobierno que “la contratación de una empresa externa garantizaría, por un lado,  el cumplimiento riguroso de la ley, y por otro, contar con un plus de objetividad”, y ahí parece que radica el problema. En los mentideros municipales se habla de que el ayuntamiento, con el consenso de algunos sindicatos, ha querido imponer algunos nombres, es decir, quienes son intocables y quienes, sin lugar a dudas, tienen que salir.

Se comenta que uno de los criterios “objetivos” va a ser la productividad. Aquellas personas que su profesionalidad y su productividad estén más que en tela de juicio, serán candidatas seguras a formar parte del ERE. Retirar las manzanas podridas que manchan el buen nombre de la función pública podría contar con el beneplácito de la opinión pública y complicaría la labor de los sindicatos.   


Pero existe un problema, ¿Qué ocurre con aquellos/as empleados/as que desde la llegada del Partido Popular al gobierno fueron apartados y condenados al ostracismo?. Desde dicho criterio objetivo es más que evidente que no son productivas, aunque lo fueron en su momento cuando era otro el color del equipo de gobierno. No son productivas, pero no por voluntad propia, sino como consecuencia de una acusación de colaboracionistas de una etapa anterior.

¿Podríamos estar ante una purga política encubierta?

Sólo el tiempo, los escrúpulos de Deloitte (empresa con una mas que evidente  relación con Bankia, y en el punto de mira del movimiento 15M que la incluye entre los objetivos de la querella que quieren interponer contra los responsables de la situación financiera de dicha entidad) y, por ultimo, la autoridad laboral con el estricto cumplimiento de la ley durante todo el proceso de tramitación del ERE, nos lo podrán aclarar.

Pero no podemos olvidar que en toda esta “película”, el papel protagonista lo tiene la plantilla municipal y la actitud que finalmente tengan los sindicatos con la tan traída y llevada unidad.

jueves, 10 de mayo de 2012

CALMA CHICHA EN EL AYUNTAMIENTO


Un ambiente extraño. Una calma chicha preocupante se está viviendo en el Ayuntamiento. Parece que todos los problemas se hayan solucionado. Ya no hay manifestaciones de empleados/as a las puertas del consistorio. Tampoco encierros en iglesias ni acampadas en la jefatura de la policía local o en el cementerio. Eso eran otros tiempos. 

Y sin embargo, la realidad es tozuda y aunque hagamos como el avestruz, seguirá estando ahí: Hoy todavía se le debe a la plantilla municipal el salario de los meses de marzo y abril, el convenio expiró el 31 de diciembre de 2011, hay que negociar una nueva RPT. Y todo ello con el trasfondo de un ERE extintivo que afectaría a 300 empleados/as del Ayuntamiento matriz y a 90 de las empresas municipales.

¿A nadie le preocupa ya el no estar al día en el pago de las nóminas? ¿En que situación está la tramitación del ERE?, y los sindicatos ¿están haciendo algo?, no se les escucha (exceptuando algún rifirrafe entre ellos).

Según me cuentan, tanto la plantilla como los sindicatos andan preocupados por la RPT. Parece que  existe un ambiente de descontento, tanto de cómo se está desarrollando la negociación, como de la propuesta del ayuntamiento tendente a reducir drásticamente el número de puestos de trabajo, simplificando con ello la estructura municipal, y homogeneizando puestos y valoraciones cuando en realidad existen funciones claramente diferenciadas. Todo el mundo acude al borrador presentado por el ayuntamiento a ver donde se encuentra su puesto y cual es la valoración que le han dado, en una actitud claramente de preocupación por lo particular (¿y de lo mío qué?).
El problema estriba en que una RPT planteada para ahorrar doce millones de euros, no puede contentar a todo el mundo, o mejor dicho va a contentar a poca gente.

Por ello me parece que la calma que se respira en el ayuntamiento puede ser el preludio de una gran tormenta. Si definitivamente se prescinde de 390 personas de la plantilla, si la RPT no llega a ser un reflejo fiel de la estructura municipal y si a la vez rebaja la valoración de los puestos, es decir la retribución. Y si el convenio se va a negociar a la baja, prescindiendo de derechos negociados y acordados, mucho me temo que el verano va a estar calentito, y no solo por la temperatura climatológica.

Lo que nos queda por saber es si la tormenta será la consecuencia del enfrentamiento entre la plantilla y el equipo de gobierno, o si por el contrario será fruto del enfrentamiento de los sindicatos entre sí, o de los trabajadores/as en un ambiente de sálvese quien pueda.

Esperemos que el sentido de responsabilidad y los sentimientos de unidad y solidaridad se impongan.