Consenso, diálogo y transparencia

Las críticas arrecian sobre el Primer Plan de Ajuste en el Ayuntamiento de Jerez. Las mismas llegan de todas las partes: partidos políticos, sindicatos,  plantilla municipal etc. Cuando la situación económica del Ayuntamiento es tan caótica y la necesidad de ponerse manos a la obra es tan urgente, es necesario un esfuerzo de todas las partes. El Ayuntamiento no es del equipo de gobierno, ni de la oposición, ni de los partidos, ni de los sindicatos... El ayuntamiento es del conjunto de la ciudadanía de Jerez. Y ésta se merece y está esperando una solución ya. O al menos, dado que la solución requiere bastante tiempo, un gesto de generosidad por parte, tanto del gobierno municipal, como de oposición, y por supuesto con la complicidad de la plantilla municipal y de sus representantes.

¿Por qué el equipo de gobierno no cumple con su compromiso en cuanto a su estilo de gobernar mediante el consenso, el dialogo y la transparencia? ¿No se da cuenta que compartiendo el problema y su solución es quien más sale beneficiado, desde el punto de vista partidista? ¿Por qué no es capaz de sentar a todos y de exigirles que pongan sobre la mesa sus propuestas? Preguntas tan simples y tan de sentido común que nadie se explica la actitud de equipo de gobierno y de su alcaldesa.

Pero el problema resulta aun más grave. El equipo de gobierno no está convencido del Primer Plan de Ajuste,  que él mismo ha elaborado y aprobado gracias a su mayoría absoluta. Y lo digo porque (y en esto tengo que reconocer que coincido con “el innombrable”), no se explica que se le de tanto bombo a aquello de que la plantilla está sobredimensionada, y que a la vez se recurra a la Bolsa de Empleo municipal para cubrir puestos de porteros de colegios y conserjes. Se presenta un concurso de acreedores acompañado de un Expediente de Regulación de Empleo en Onda Jerez y a la vez se recurre a la contratación externa. La verdad, esto no se lo explica nadie. Y el problema no es que de los/as contratados/as haya alguien que pertenece al Partido Popular. Porque me imagino que en la bolsa de trabajo habrá gente afiliada a todos los partidos políticos y a todos los sindicatos. Y no es serio que si se cumplen los requisitos legales y los pactados y concretados en el reglamento de la bolsa, se intente enturbiar la contratación por el hecho de la afiliación partidista. 

Me comentan que la razón que ha esgrimido Javier Durá, Delegado de Recursos Humanos en el Ayuntamiento es que “se ha intentado, mediante convocatoria abierta y pública,  cubrir los puestos con personal interno, pero no ha tenido respuesta positiva por parte de ningún/a empleado/a”.  Pero vamos a ver si nos entendemos,  ¿Usted  se ha sentado con los/as trabajadores/as municipales y sus representantes y les ha explicado, contrastado y debatido cual es la situación?. ¿Les ha pedido que se impliquen en la solución? ¿Está dispuesto a debatir y a negociar?

Si el ayuntamiento es un caos organizativo, si todavía no existe una RPT que ponga orden y concierto, se hace extremadamente necesario que exista un gran Pacto de Movilidad Funcional,  que permita que con la plantilla actual se cubran todas las necesidades que se vayan produciendo. Al mismo tiempo, es imprescindible que las plazas que vayan quedando vacantes por jubilación, invalidez y fallecimiento se vayan amortizando. Todo ello acompañado de un plan de prejubilaciones puede solucionar el problema de la dimensión de la plantilla y gran parte del desajuste económico, sin tener que llegar a medidas drásticas que sólo producen  crispación y distanciamiento entre el equipo de gobierno y la plantilla.

Pero para ello, como dije antes,  se requiere actitud de generosidad, diálogo, consenso y transparencia. Y si alguien no está dispuesto/a que lo diga públicamente.