¡ Esto es de locos !

Llega un e-mail, la CGT convoca a los/as empleados/as municipales a las puertas del Consistorio, el viernes 28 de Octubre,  de 10,00 a 11,00, durante el tiempo del desayuno.

Nuevo e-mail, la presidenta del Comité y el presidente de la Junta de Personal , en virtud de decisión adoptada por algunas secciones sindicales, convocan a la plantilla a las puertas del Consistorio, el viernes 28 de Octubre, de 10,00 a 11,00, durante el tiempo del desayuno.

Otro e-mail, CCOO, UGT y CTP convocan a la plantilla, para defender los salarios,  a las puertas del Consistorio, el viernes 28 de Octubre, de 10,00 a 11,00, durante el tiempo del desayuno.

Otro e-mail, SIP convoca a los policias locales libres de servicio, para protestar por el retraso en el cobro de las nóminas, a las puertas del Consistorio, el viernes 28 de Octubre, de 10,00 a 11,00.

Todos (por separados) convocan a toda la plantilla a la misma hora, en el mismo sitio y por el mismo motivo. ¿Unidad sindical? ¿Coincidencia? ¿Afán de protagonismo? ….

También están concentrados los/as trabajadores/as de Onda Jerez, que además del salario defienden sus puestos de trabajo

Durante la concentración se pide audiencia al equipo de gobierno. La alcaldesa está en Madrid, pero parece que el Primer Teniente de Alcaldesa se compromete a recibir a una representación, pero cuando termine la reunión de la Comisión de Gobierno.

Entonces se le pregunta a los congregados si quieren esperar. La gran mayoría dice que sí, que no se pueden marchar sin tener una respuesta clara. De forma espontánea el sindicato SIP decide que mejor que esperar, hagamos una manifestación, también espontánea. Entonces, un dirigente de CGT dice megáfono en mano que algunos compañeros proponen que demos un paseo por Jerez para hacernos notar, así que ¡vámonos!. Unos/as caminan tras la pancarta que portan los policías locales del SIP y otros/as tras la de Onda Jerez.

La cabecera decide el recorrido. Igualmente decide interrumpir durante un tiempo el tráfico en la confluencia de calle Arcos-Medina-Correos.

La marcha se detiene ante la sede del PSOE. El ruido es insoportable. Alguien cae en la cuenta de que se ha pasado delante de la sede del PP (partido que gobierna en Jerez) y nadie ha dicho nada. No importa, a la vuelta nos paramos. Efectivamente, a la vuelta la paradita de rigor.

La representación sube a hablar con Antonio Saldaña. Tardan un buen rato. Una vez que los miembros de la comisión sindical aparecen, nuevamente el dirigente de CGT se dirige a la multitud allí congregada y le pide un poco de paciencia que aún falta por bajar un compañero que formaba parte de la comisión y que “si no os importa le esperamos”. Dado que tarda en bajar,  el sindicalista de CGT comienza a explicar el resultado de la conversación. En resumen no se sabe cuando se va a cobrar porque las gestiones con las entidades bancarias aún no han dado sus frutos. Que la impresión que traen todos los delegados sindicales es muy negativa y que entienden que la situación es muy preocupante. “Pero, si no os importa esperamos que baje el compañero que es el presidente de la Junta de Personal (SIP) y os explique su impresión, que creo que será igual que la mía. De todas formas, cuando terminemos aquí vamos a intentar fijar fecha y hora para tener una reunión todas las secciones sindicales al objeto de concretar nuevas medidas unitarias de presión. Pero no obstante, digan lo que digan los sindicatos, el lunes quedamos otra vez aquí toda la plantilla de 10,00 a 11,00”.

Algunos congregados se comienzan a preguntar ¿Por qué no baja ya el presidente de la Junta? ¿Con quién está hablando? ¿Qué gestiones está haciendo? Los más descontentos comienzan a marcharse.

De pronto aparece el presidente de la Junta de Personal y en un tono muy bajito viene a explicar lo mismo que antes había dicho el de CGT. Pero de la gestión que ha hecho en solitario no dice nada.

Son las doce, la hora del desayuno ha terminado y la bocina que no ha parado más que cuando funcionaba el megáfono se desplaza calle abajo transportada por un afiliado del SIP. Curiosamente, ningún policía de servicio (En la puerta, en todo momento, había un sargento y al menos cuatro agentes) ha cumplido con su trabajo. Ninguno ha procedido a identificar a los que infringían gravemente las ordenanzas municipales en materia de ruido. Pero esa es otra historia.